Fundación TierraVida junto a las organizaciones CEDHA, Eco-Sitio (Villa María), Greenpeace, Los Verdes-FEP y Red Nuestra Córdoba lanzaron una plataforma para exigir que la Provincia de Córdoba abandone las actividades nucleares.

El pasado 13 de Diciembre Fundación TierraVida junto a las organizaciones CEDHA, Eco-Sitio (Villa María), Greenpeace, Los Verdes-FEP y Red Nuestra Córdoba presentaron una plataforma para exigir que la Provincia de Córdoba abandone las actividades nucleares no más allá del 1 de enero de 2014.

La Campaña #CórdobaNoNuclear motorizará acciones para difundir y visibilizar la problemática nuclear de la provincia, específicamente en lo que respecta a la extensión de vida del reactor atómico de Embalse, a 100 kilómetros de la Ciudad, al necesario cierre de Dioxitek y al estricto cumplimiento de la prohibición de la minería de Uranio establecido por la Ley 9.526.

Desde el sitio www.cordobanonuclear.org invitamos a la sociedad cordobesa a sumarse a esta campaña por una provincia más limpia y más segura en materia energética. La adhesión está abierta a todos los individuos, colectivos, movimientos u organizaciones de la provincia que quieran sumarse como promotores de esta iniciativa.

DATOS RELEVANTES:

  • El país atraviesa una crisis energética que lo obliga a redefinir el rumbo a seguir en las próximas décadas. Argentina puede profundizar el paradigma fósil y nuclear que llevaron a la crisis actual, o comenzar una transición hacia fuentes renovables, limpias y seguras que garanticen su abastecimiento.
  • La Central Nuclear Embalse representa un caso inédito en el país. Es la primera planta atómica que llega al fin de su vida útil y debe definirse la política que adopta el país en cuanto a los reactores obsoletos: el cierre, o extender 30 años su operación.
  • Extender la operación de Embalse no es conveniente desde el punto de vista energético ni económico. En cuanto a su aporte eléctrico, la central aporta menos del 3% del total nacional. La Ley 26.190 establece el 8% renovable para 2016, cifra que reemplazaría y superaría el aporte de Embalse. Asimismo, los costos reales para extender un reactor como el de Embalse están en el orden de los US$ 4.300 millones; una inversión que sería mejor capitalizada si se dirigiera al desarrollo de fuentes limpias, seguras y renovables.
  • Córdoba ya comenzó la transición para abandonar la energía atómica. En 2008 sancionó la Ley 9.526 que prohíbe la minería de Uranio y Torio. Por su parte, el municipio de Córdoba capital ha sancionado la ordenanza Nº 8.133 de uso de suelo, que prohíbe que una planta purificadora de Uranio como Dioxitek, pueda estar ubicada en un barrio categoría 2, como lo es Alta Córdoba, y en 2012 acordó el cierre y la relocalización de la planta. Es necesario garantizar el cumplimiento de estos objetivos, y profundizar el abandono cerrando la usina atómica de Embalse.
  • Si bien la producción de radioisótopos medicinales no puede llevarse a cabo sin fomentar el uso de pequeños reactores de este tipo, creemos que este problema no es comparable con la peligrosidad, la irracionabilidad económica y energética y la proliferación de armamento bélico que sí generan las actividades antes mencionadas. La plataforma “Córdoba No Nuclear” no se opone a los usos medicinales de la energía nuclear.

LA CAMPAÑA EN LOS MEDIOS: